
AGUSTINA ÁLVAREZ
Restaura y construye instrumentos de cuerdas pulsadas y frotadas. También hace escuela, comparte saberes, piensa comunidades de lutería más sanas y saludables para las mujeres.
Agustina comenzó sus estudios de lutería en 2010, cuando aún no había cumplido 18 años. Es egresada de la Escuela de Luthería de la Universidad Nacional de Tucumán (Argentina). Las mujeres que hicieron la carrera son muy pocas. Alcanzan los dedos de una mano para contarlas: a 2024, Agustina era la cuarta mujer en 70 años que había cursado lutería en Tucumán. En Jujuy, la provincia donde vive y trabaja, es la primera mujer lutier recibida en la universidad.
Trabaja en su taller, construyendo y restaurando instrumentos de cuerdas pulsadas y frotadas. Pero no se encasilla ni se pone límites. Se aventuró a la construcción de instrumentos antiguos, por ejemplo. Fue oradora en la conferencia internacional que organizó Women In Lutherie en 2022. Allí habló (a distancia, ya que el formato del encuentro era online) sobre Mujeres en el tango y la lutería.
Creó, junto a otros y otras, la cooperativa de lutieres Maderalma, en San Salvador de Jujuy, donde construyen y restauran instrumentos de cuerda. También integra la Red Lutheristica, una red de mujeres y diversidades lutieres de habla hispana. “Creemos que un espacio de trabajo y formación donde predominen el respeto y la equidad son posibles”, afirman. Con esa convicción y el deseo de dar vida a comunidades de lutería más sanas y saludables, Agustina planea la primera escuela de lutería del mundo con un profesorado exclusivamente femenino.